Está clarísimo que el mazo inicial con el que un jugador comienza su partida de Dominion es una auténtica basura. 7 cobres y 3 fincas, la sublimación de la porquería.
A partir de ese despropósito en forma de mazo el jugador deberá incorporar cartas a su juego y resolver, esperemos, la ineficacia con la que arrancamos
Lo habitual es que necesitemos cierta cantidad de cartas para que el motor empiece a rodar. Lo cual es paradójico, pues un mazo delgado es más eficaz que uno grueso (jardines aparte), pero ya sabemos la tendencia a la obesidad que tienen nuestros mazos. Sería ideal, de hecho, lograr que ese desastroso mazo inicial se convirtiese, por arte de magia, en un mazo completamente nuevo tan delgado como práctico. ¿Qué opináis de un mazo inicial libre de esos Cobres y Fincas indeseables y lleno de plata? Partiendo de ese mazo idílico y añadiendo cartas que nos permitan robar más y más cartas, el camino hacia la victoria está allanado. Sólo nos resta comprar Victorias y, cuando el verde del mazo se vuelva incómodo, añadirle algún oro para reequilibrar el juego.
Con
Permitidme que os presente a nuestro invitado de esta noche:

Trading post nos permite eliminar dos cartas de la mano y ganar a cambio una plata que volará directa a nuestra mano. ¿Hace falta decir más? Si tienes la suerte de poder comprarla por 5 monedas en tu primer o segundo turno (improbable pero posible) hazlo sin dudarlo. De lo contrario, limítate a comprar platas, y compra una o dos Trading Post en cuanto reúnas en tu mano esas 5 ansiadas monedas. Una vez tengas esta bomba en tu mazo, úsala dos o tres veces para empezar a optimizar tu mazo y, en cuanto tengas cierta cantidad de dinero, pasa a comprar cartas que te permitan robar más cartas: Herrería, Sala del Consejo, Courtyard, Torturer o (¡mi favorita!) Nobles.
A partir de ahí está cantado: Con Trading Post sigue eliminando los restos de Cobres y Fincas y sustituye estas cartas por Plata. Incluso eliminar una Plata y un Cobre/Finca juntos te merecerá la pena: lo importante es quitarte la roña y que el mazo siga delgadito. Tu mazo mantendrá su esbelta figura y se llenará de dinero, y las acciones de robar llenarán tu mano de pasta gansa. Inviértela en algo de oro para redondear la jugada y en cuanto puedas empieza a comprar Provincias. Cuando el exceso de Provincias resienta el funcionamiento del motor añade alguna nueva robacartas o algún oro, y pronto volverá a funcionar.
Y ya está. Aquí tenemos una carta de una potencia aplastante y que, además, no requiere más que un ejemplar (¡dos a lo sumo!) para propulsarte a
- Compatible con: las que os comenté arriba, Herrería, Sala del Consejo, Courtyard, Torturer y Nobles. Aventurero o Biblioteca tampoco hacen daño.
- Cuidado con: Ladrón (recuerda que tienes pocas monedas, si tu rival te las roba te va a fastidiar); Masquerade (teniendo un mazo super optimizado no te va a dar ningún gustito regalarle cartas a tus rivales); Saboteur (otra que te rompe el mazo); Swindler (no sólo te quita tus amadas cartas, encima te mete mierda. Aunque tal vez