2 de octubre de 2011

APOCALIPSIS Z: LA IRA DE LOS JUSTOS

01He terminado por ignorar esa sección de las librerías llena de novelas de zombis. Me daba más gustito cuando esas historias nos llegaban con cuentagotas. Ahora hay tal “sobredosis de género” que no me siento capaz de encontrar las proverbiales joyas entre el fango.

Sin embargo, tengo debilidad por las aventuras de nuestro Abogado, al que vengo siguiendo desde la pionera APOCALIPSIS Z. Me gustó mucho aquella primera entrega, que llegó en un momento en el que los estantes de las librerías no tenían una sección de No Muertos, para abrir las puertas del género y comenzar una moda que, no sé a vosotros, pero a mí no me ha enganchado.

Seguí de cerca al Abogado y a sus amigos de nuevo en aquella divertida segunda novela, y he vuelto a acompañarles en este cierre de la trilogía. Ahora quisiera hablaros un poco de ello.

APOCALIPSIS Z, LA IRA DE LOS JUSTOS nos muestra al mejor Manel Loureiro que hemos leído hasta la fecha. El autor ha refinado su estilo, ampliando y mejorando sus recursos literarios. Ahora más que nunca, Loureiro crea personajes nítidos y enriquece a los que ya vienen de atrás. Ahora más que nunca, hace buen uso de las herramientas a su alcance para hacer avanzar la narración desde todos los flancos, sin respiro para el lector. “La Ira” se lee con avidez y tensión, siempre deseando saber qué va a pasar a continuación, y cómo van a salir de esta nuestros héroes.

Voy a asegurarme de no desvelar ni una coma de la trama, pero sí diré que no recuerdo haberme angustiado tanto por el destino del Abogado desde que leí, hace ya algunos años, la primera novela de la saga. La narración de “La Ira” tiene pasajes de una dureza extrema. Loureiro ha dejado en un segundo plano a los No Muertos para mostrarnos en primera línea los horrores que se esconden en el interior de los vivos, y con ello ha dibujado algunos de los momentos más perturbadores de la serie.

02Es sólo hacia el final de la historia, en sus últimas páginas, cuando la narración empieza a interesarme menos. El ritmo se torna vertiginoso, propio de una película de acción, pero aquí llego a perder por un momento el interés. Lo que más me gusta de esta entrega y sus predecesoras es el drama personal del Abogado, Lucía y Viktor (y el drama animal de Lúculo, el gato persa, que también tendrá su ración esta vez), pero en el sprint final de la historia esto queda en retaguardia, y en primer plano tenemos una vertiginosa sucesión de trepidantes escenas que gustará mucho a los aficionados a la acción y que yo he disfrutado menos que el resto de la novela.

A pesar de ello, lo que para mí es un breve escollo en la narración no supone un serio revés al conjunto. La saga se cierra con una novela que no es mi favorita de la serie porque sencillamente considero que la primera, con aquel formato blog/diario, es irrepetible. Loureiro ha cerrado AZ con una buena novela, escrita con pluma ágil y buen oficio, consciente de que está jugando en la liga de los best sellers y que, en ese terreno, dignísimo y necesario pese a quién pese, no hay mayor logro que el que él ha alcanzado con creces: que sus lectores pasemos unos ratos estupendos leyendo sus historias. Así que yo, desde luego, te quedo agradecido.