23 de enero de 2007

Con el mocho en alto

Si has llegado hasta acá es probable que ya me conozcas, de modo que dejaré a un lado las presentaciones y me dedicare a asuntos más divertidos.

¿Que de qué va esto?

Supongo que de muchas cosas que tú y yo tenemos en común, y de algunas que nos diferencian. Eso no te aclara mucho, ¿cierto? ¡Qué demonios! Mi imaginación tiende a la entropía, así que seguro que eso se contagia a este blog. De hecho, esto arranca siendo un torpe experimento que tal vez no pase de las pocas semanas de vida. O tal vez sí lo haga. Dependerá de mis ánimos y tu respuesta, imagino.

Pero mientras dure nuestra caminata por este tóxico paisaje, dejaremos a un lado lo previsible e intentaremos que el viaje sea interesante y sorprendente. Resulta que acabo de encontrar algo olvidado en un armario: mi vieja fregona.

Bienvenido, amigo. Es la hora de la limpieza.


1 comentario:

joseph lc dijo...

grande el vengador toxico!!!!
maestro!!!!!