
Debido a aquellas crisis, el escritor creyó haber sido contactado por una entidad divina a la que llamaba Sivainvi. Más tarde, Dick llegó a afirmar que Sivainvi era, de hecho, un satélite extraterrestre que se comunicaba con los terráqueos mediante un extraño sistema de rayos. Ahí es nada.
A pesar de lo absurdo del asunto, lo cierto es que hubo algunas anécdotas que dieron que pensar a sus allegados. En cierta ocasión, Sivainvi advirtió a Dick que su hijo moriría pronto debido a una enfermedad no diagnosticada. Aterrado, el escritor llevó al bebé a un hospital. Un chequeo rutinario no mostró nada preocupante... pero Dick no se sintió tranquilo, y ordenó un chequeó en profundidad. Fue una feliz idea. El segundo examen reveló una hernia que habría sido fatal en poco tiempo.
En otra ocasión, nuestro personaje entró en trance, y se puso a barbotar palabras sin sentido

Dick sentía cierta fijación por las percepciones falsas de la realidad (algo que él mismo sufría), y la plasmó en muchas de sus obras. En sus novelas y relatos, a menudo los personajes se enfrentan a situaciones en las que la realidad se quiebra y se torna difusa. Mucho antes de que los hermanos Wachowsky concibieran su célebre Matrix, Philip K. Dick ya había escrito excelente novelas de temática muy similar. Hace mucho leí una novela suya en la que los personajes viajaban en una nave espacial, y se conectaban a un sistema de realidad virtual que les permitia vivir aventuras en un universo informático de apariencia tan sólida y detallada que resultaba imposible distinguirlo del mundo real. ¿Os resulta familiar?
Por desgracia para él, en vida no logró gran reputación. Fue tras su muerte, y sobre todo tras el éxito de la película de Ridley Scott Blade Runner, cuando ganó algo de popularidad. Otros films inspirados en obras de Dick son Desafío Total (aquí tenemos de nuevo la obsesión por los universos simulados) y Minority Report.
Hace muy poco terminé de leer una de las novelas más celebres de Dick, Ubik. Muy pronto, una torpe reseña de este humilde fregonero.
