Salud, hermanos y hermanas. Hoy os traigo un nuevo “abriendo la caja” donde podéis ver al detalle los controvertidos componentes de este juego del rey de las alubias. Espero que os resulte útil, entretenido y beatífico. Subid la resolución del vídeo para verlo un pelín mejor y marchad con mi bendición.
8 comentarios:
Gran video!
Buff, realmente se ven delgados los tableros... no me termina de convencer... de momento esperaré a probarlo.
Genial tu pifia en desempaquetar cartas XD
Saludos desde Whitechapel!
Muy chulo el vídeo, yo ya he podido probar el juego y la verdad que me encantó, pese a los infames tableros.
Gracias, Jack y Jparamio. Pues sí, incluso estando advertido me ha chocado lo delgaduchos que son los tableritos. Pero el juego "en sí" parece que gusta mucho.
Los tableros son un asco.
Recuerdo que cuando lo trajo Eloy le dije "Joder, ¿2 partidas y ya están los tableros combados?"
Y su respuesta fue "No, venían ya combados de fábrica" xD
El juego la verdad es que es muy bueno, pero 55 euros... es un pasote.
Un saludo!
Muy cierto, Lethan. A mí me vienen todos los tableros combados. Supongo que la solución es meterlos al fondo de la caja y guardarla en horizontal, pero vamos, que los componentes no están a la altura del precio, más si comparamos con otros juegos de la editorial.
Bueno algun componente mejorable, pero es tan genial el juego. Yo se lo perdono.
Lo estrenamos ayer y fue epic. Se nos fue a las 3 horas, acabamos exhaustos, pero la gosamos. El juego ocupa mucho espacio: con las cartas más grandes hubiésemos tenido problemas para el despliegue. Los tableros: pues sí, cuando estás en faena te olvidas del grosor (o de su ausencia de grosor), pero vamos, que aunque te olvides, engordar no engordan, siguen siendo cartulina.
Después de 3 partidas jugadas os lanzo algunas opiniones personales y primerizas:
Es un juego para eurogamers duros. Aunque las reglas son sencillas, el desarrollo es sesudo pues a cada turno aumentan las opciones disponibles. Desde luego, recuerda mucho a Le Havre, pero lo considero un poco más complicado, porque a la construcción de edificios (la compra de cartas disponibles) se le añade la ubicación de las mismas, que aquí es determinante.
Las cartas: entran en juego en un orden determinado, en 5 paquetes sucesivos. En Le Havre el orden de entrada de cartas es más arbitrario. En OeL es fijo, pero gracias a la hoja resumen que tiene cada jugador nos permite hacer estrategias en función de lo que se avecina (¡vecina!). A mí me gusta esto.
El rondel: es una genialidad. En Le Havre o en Agricola uno acaba harto de acumular fichas y piezas en las casillas del muelle o de acción. Aquí, un simple movimiento de la aguja del rondel "repone" todos los recursos. Además, el rondel nos marca el ritmo de la partida, nos avisa de la proximidad de los asentamientos y la entrada de nuevos edificios, de la entrada de nuevos recursos en juego (piedra y uvas) y nos confirma que no nos hemos descontado en el orden de juego. Todo en una sola pieza de cartón con una aguja. Insisto: es genial.
La duración: siempre he jugado a la versión larga, y ronda las 3 horas. Para algunos puede ser excesivo (aunque hay una variante corta que no he probado). A mí se me pasan rápido, porque incluso durante los eventuales AP de algún oponente le estoy dando al coco, buscando la mejor estrategia. La cabeza te arde pensando en secuencias: "voy a comprar este edificio, meto al prior dentro y consigo tal cosa... y luego con esa cosa me voy a ese otro edificio y consigo la otra... y así después podré...". Es un juego de darle al tarro. Un hecho: me da pereza levantarme para ir al aseo porque pierdo la concentración. Mi próstata odia Ora et Labora.
De los componentes ya hablé en el vídeo. Confirmo que las cartas son pequeñas e incómodas de leer si están al otro lado de la mesa. Pero si fuesen de tamaño normal, hacia mitad de partida ya no habría sito en la mesa para jugar. El juego va comiendo espacio a medida que avanza. Los tableros, pues lo dicho, son chungos y se comban.
Conclusión: Me parece un juego muy bueno, y no descarto que sea de los que, tras muchas partidas, termine por posicionarse entre mis favoritos (ahora mismo lo está, pero con sólo 3 partidas tampoco me quiero flipar). Vuelvo a decir que es un juego para eurogamers curtidos. Si Le Havre te gusta poco o nada, tal vez no te interese tener este, porque aunque no es un clon, sí repite mecánicas. Si Le Havre te entusiasma (a mí me pasa) es muy probable que este también te entusiasme, y les tendrás en tu ludoteca cogidos de la manita como buenos hermanos, cada uno con sus parecidos pero también con su personalidad propia. Si eres un eurogamer duro y no has probado Le Havre o Ora et Labora te sugiero que lo hagas: son dos juegazos de aupa.
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